El mercado laboral español empieza a ser asfixiante. A la tasa de paro más altas de la OCDE, por encima del 20%, con más de 4 millones de personas en las listas de las oficinas de empleo, el aumento de la edad de cotización, la temporalización de los contratos de trabajo o el recorte de los subsidios de desempleo, se suma ahora el llamamiento que ha hecho el ministro de Trabajo e para que se moderen los salarios. Eso es lo que ha pedido Valeriano Gómez, con una frase muy fina: “esquema de moderación salarial razonable”, una fórmula que, a su entender, debe conseguir que no se pierda “demasiado” poder adquisitivo y que no absorba las ganancias de la productividad.
Este paso se uniría a las “importantísimas reformas” de los últimos meses, desde la Laboral, el “plan de choque” para el fomento del trabajo a tiempo parcial, la negociación colectiva y la reforma del sistema financiero para “restablecer el flujo del crédito”. “Tenemos que seguir compitiendo con países emergentes, algunos cada vez más exigentes; tenemos, por tanto, que ser cuidadosos con nuestros costes y seguir moderando los salarios”. Eso sí, el ministro no se ha referido a la subida de la inflación, el précio máximo de la gasolina, el repunte de los alimentos o el endurecimiento de las condiciones de los impagos hipotecarios, que han empobrecido a un 22% de los españoles.