A.ALBALADEJO/ Gadafi está bombardeando Benghazi. Varios testigos así lo han declarado a, al menos, dos medios de comunicación, la agencia Reuters y el canal de televisión Al Yazira. Según los mismos, las tropas leales al dictador han iniciado a primera hora un ataque sobre el centro de la ‘capital’ de los opositores al régimen, y última ciudad que dominan estos después de que la contraofensiva de las tropas gubernamentales les haya hecho retirarse del oeste y el norte del país. Los bombardeos se estarían llevando a cabo por parte de la fuerza aérea, se habla, incluso, de un avión derribado cuando se disponía a lanzar misiles sobre unos barracones militares, y artillería. Los primeros impactos han ido dirigidos a la calle Gamal Abdel Nasser, en el centro, y contra varios emplazamientos tropas, entre las que habrían causado, según los mismos testimonios, considerables bajas. El gobierno libio se ha apresurado a desmentir la noticia “No se están produciendo ataques en absoluto sobre Bengazi”, aseguró el portavoz del régimen, Musa Ibrahim, quien insistió en que las autoridades de Trípoli mantienen su declaración unilateral de alto el fuego. De confirmarse los mismos, se trataría de un desafío a la resolución de Naciones Unidas de alto el fuego en el país y justificaría una intervención de las fuerzas occidentales, empezando por las del Reino Unido y Francia, cuyos gobiernos ya se han mostrado favorables a la misma.
Esta posible acción no parece importarle mucho a Gadafi quien, como se ha sabido hace unas horas, ha enviado este mismo sábado una carta al presidente Obama, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, el primer ministro británico, David Cameron, y la canciller alemana, Angela Merkel, en la que les advierte de que “si se entrometen en los asuntos libios, lo lamentarán”. El coronel añade que cualquier acto militar contra Libia será interpretado por Trípoli como “una clara agresión” de su soberanía nacional y amenaza: “los libios están dispuestos a morir por mi”.
