Así lo ha anunciado la Comisión de Seguridad Nuclear de Japón. Este organismo ha advertido de que existe la posibilidad de que algunas personas que se encuentran a más de 30 kilómetros de distancia de la central nuclear Fukushima-1, se vean expuestas a la radiación emitida por la misma.
Ello significa que aunque una persona se encuentre más allá de 30 kilómetros a la redonda de la planta podría haber recibido una radiación de 100 milisieverts, o más, del yodo radiactivo en la glándula tiroides si ha estado al aire libre, lo cual le podría generar problemas de salud. Las autoridades han recomendado a las personas que viven a una distancia de entre 20 y 30 kilómetros de la central que no salgan a la calle.