JOSÉ MANUEL PENA/ ¿Qué pasa? ¡No a la guerra! Somos muchos los que no tenemos confianza en las guerras como medio para solventar conflictos…, pero en cualquiera, ni en la de Irak, Afganistán, Israel, Palestina, Libia, … . Esto parece que no se entiende por parte de algunos responsables políticos. La vida de inocentes corre riesgo, en cualquier conflicto bélico, aunque esté bajo el amparo de la “supuesta e ineficaz” comunidad internacional.
Hay quien justifica las guerras preventivas, las guerras por razones humanitarias, cuando en realidad todas ellas son por meros intereses políticos y económicos. Libia no podía ser diferente, pues es un país exportador de petróleo y ahora algunos líderes mundiales que le vendieron armas a Gadafi son los primeros en erigirse como salvadores de la democracia y las libertades para el pueblo libio.
¿Por qué no se realizan gestiones diplomáticas y presiones políticas hacia esos dictadores así como a los líderes y países que los apoyan para que desistan de masacrar a su pueblo? Hay muchos medios que se pueden emplear para hacer razonar a cualquier persona o gobierno, antes de tener que utilizar las armas, sino caemos en el mismo error que Gadafi y otros muchos impresentables como él.