No tiene ninguna intención de deshacerse de Clesa, por mucho que se lo pidan los trabajadores de la central de Caldas de Reis, que hoy han salido en manifestación por las calles de Santiago de Compostela para pedir soluciones. Tras una conversación telefónica con los responsables de Nueva Rumasa, el conselleiro de Industria, Javier Guerra, ha pedido una reunión personal con los responsables para tratar la situación en la que queda la empresa, en concurso de acreedores.
Mientras, cientos de personas recorrían las calles de la capital gallega a pesar de la intensa lluvia con una pancarta en la que ponía ‘Clesa Galicia: en defensa de los puestos de trabajo’ y con muchos manifestantes disfrazados emulando la época en que Ruiz Mateos recorría los juzgados vestido de Supermán cuando le expropiaron Rumasa. Muchos expertos han asegurado que la situación en la que se encuentra el holding sería reversible con una buena gestión, esperanza a la que se aferran los 150 trabajadores, que quieren que se venda la factoría.