Ya han llegado a uno de los puntos fuertes de los aliados del Gobierno: Sirte, ciudad natal de Gadafi y puerta de entrada a la capital, Trípoli. Los rebeldes aseguran que se han hecho con esta ciudad sin apenas resistencia, lo que significaría un avance de 400 kilómetros en apenas dos días, en parte gracias a las incursiones aéreas internacionales. Sirte es el bastión del dictador, donde durante estos 41 años de mandato ha recibido a sus huéspedes preferidos.
Mientras, tras dos semanas de negociaciones, la OTAN prevé asumir el mando de todas las operaciones militares en Libia en 48 horas. Los obstáculos principales eran Francia y Turquía, que se ha ofrecido a negociar para acabar con la situación libia y que aseguraba que podría ser un problema que se asociara el nombre de la OTAN con una operación que podría causar víctimas civiles.