Después de una semanita en la que se inauguraba hasta la más mínima zanja, fochanca, obra o similar, los políticos pasarán mes y medio muy aburrido. Se acabó eso de inaugurar o de poner las primeras piedras, por muy ficticias que sean: desde este mismo instante la ley electoral entra en vigor. Según el artículo 50, se prohíbe cualquier acto organizado o financiado directa o indirectamente por los poderes públicos que contenga alusiones a las realizaciones de los logros obtenidos, lo que incluye de forma expresa las inauguraciones.
Lo que no esperaban nuestros políticos es que la Junta Electoral Central se diera cuenta del vacío legal que suponían las visitas. Mientras algunos pactaban la posibilidad de acudir a las obras cual peatón disfrutando de un día de sol, la JEC recordaba a todos los presidentes autonómicos y alcaldes que no podrá haber ni siquiera carteles alusivos y que tendrán que estar ya todos retirados.
Se les va a echar de menos…