MARY FERNÁNDEZ/ Aún me estoy partiendo de risa con esta nueva remesa de futuros cómicos del Club de la Comedia. ¡Qué buenos! El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y el de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, han inaugurado el Aeropuerto de Castellón, a pesar de que aún ni se ha solicitado autorización para navegación aérea. La cosa, a pesar de ya traérselas solo con esto, quedaría en la típica dolencia de repetición “inauguritis” que ataca a estos “próceres” de la naturaleza oscura en épocas electorales, a no ser por los discursos con los que inauguraban el espacio lúdico, cual si, en vez de un aeropuerto, de un parque temático aeronáutico (sin aviones) se tratase.
–Carlos Fabra: “Hay quienes dicen que estamos locos por inaugurar un aeropuerto sin aviones, no han entendido nada. Durante mes y medio cualquier ciudadano que lo desee podrá visitar esta terminal o caminar por las pistas de aterrizaje, algo que no podrían hacer si fueran a despegar o a aterrizar aviones“.
No señor, nadie dice que estén locos por inaugurar un aeropuerto sin aviones ni licencia, en época preelectoral. A quien se le ocurre. Si es lo más normal y lo que se espera. Además, estoy totalmente de acuerdo en que la gente no podría pasear por la pista con montones de aviones revoloteando por ahí. Sería una incomodidad para los ciudadanos el andar entre aparatos que no dejan de aterrizar, despegar…. Además de ser peligroso porque los aviones no tienen bocina, creo, no quiero ni pensar que un día salga a pasear por la pista una excursión de sordomudos o del Imserso. Pa haberse matao.
Pero como aquí estamos ante una pareja cómica de hecho, también el otro tenía algo que decir. Y lo dijo:
–Francisco Camps:”…… Vinieron fenicios, griegos y romanos y…. no había aviones….”
Fue leer esto e irme a escudriñar la Gran Enciclopedia Británica, la mejor del mundo mundial, para ver si esta afirmación contundente era cierta, dada la fuente. ¡Mujer de poca fe! Que desconfianza infundada. ¡Es cierto! Ni siquiera los romanos tuvieron problema en pasearse por las pistas del Aeropuerto de Castellón. Nunca hubo ni un puñetero helicóptero o aeroplano que les estropeara el ágape en los hangares o el paseo por las pistas. El único problema era que un tal Diógenes se dedicaba a encender los focos de aterrizaje a todas horas porque “…quería más luz”, con el consiguiente gasto en la factura eléctrica, y Platón utilizaba la Cantina como Cueva, cosa que asustaba a los niños y causaba pelea
s con la abuela y la cesta que las familias dejaban en las mesas para guardar el sitio. Hasta Sófocles, le tuvo que cambiar el título a su obra principal Edipo Rey. Se iba a llamar Edipo Piloto.
Como dirían Asterix y Obelix: Estos políticos deben de estar locos. Que bien que el vivero nacional de cómicos, continúe con tan buena salud.
ALEA JACTA EST.