No ha pasado ni un año desde el desastre ecológico que asoló el Golfo de México tras la explosión de un pozo de BP y el Gobierno de Estados Unidos ya ha concedido un nuevo permiso para perforar un nuevo pozo petrolero en la zona. En esta ocasión, la empresa afortunada ha sido Shell Offshore, que explotará el Bloque Garden Banks, a 900 metros de profundidad. Según EEUU dar este permiso después del vertido de casi 5 millones de barriles de crudo supone el fin de la recuperación de la zona, que ha sido sometida a una amplia revisión medioambiental.
Aunque, como siempre hay una para aprender, entre los requisitos que se ha exigido a Shell es estar prevenidos y que tenga un plan y capacidad demostrada para contener un derrame submarino de petróleo. La moratoria sobre perforaciones en aguas profundas en la zona fue levantada el pasado mes de octubre, después de seis meses, por la presión de la industria.