Está donde debería estar. Eso asegura la oposición italiana ante el inicio del juicio, que debería ser hoy y que se ha aplazado hasta el día 31, contra el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, deberá comparecer ante los magistrados de la Sección Cuarta de lo Penal de Milán acusado de prostitución de menores y abuso de poder en el llamado ‘caso Ruby’. La audiencia está integrada por tres juezas: Carmen D’Elia, Orsolina de Cristofaro y Giulia Turri, quienes deberán decidir si es verdad que ‘il cavalieri’ mantuvo relaciones sexuales con la joven Kharima ‘Ruby’ El Mahroug cuando tenía sólo 17 años y si usó su cargo de presidente del consejo de ministros de Italia para presionar a la Policía de Milán y que liberase a Ruby, cuando la joven fue detenida por robo.
Los problemas judiciales de Berlusconi no acaban ahí, sino que el sumario implica a un total de 43 jóvenes que habrían participado a las fiestas que el primer ministrocelebra en sus villas.
Para intentar dilatar el proceso, el partido de Berlusconi, Pueblo de la Libertad (PDL) consiguió que la Cámara de los Diputados aprobó este martes, por doce votos de diferencia, una petición en la que solicitaba que el Tribunal Constitucional solucionase el conflicto de competencias entre el Tribunal de Ministros y el Tribunal de Milán. El PDL asegura que el tribunal competente para juzgar a su líder es el Tribunal de Ministros y no el Tribunal de Milán, curiosamente, en este el veterano político tiene más apoyo por parte de los jueces.