A los los gravísimos problemas que hay en la planta de Fukushima-1 se suman ahora otros en una segunda central nuclear de Japón, se trata de la de Onagawa, al noroeste de Japón en la que, según ha informado la Compañía Eléctrica de Tohuku, que gestiona la misma, los técnicos han detectado filtraciones de agua después del terremoto de 7,4 grados que sacudió este jueves al país.
Según los primeros informes, el agua es de las piscinas donde se almacena el combustible que sobra de los reactores 1 y 2 y, por el momento, no se registra variación alguna en las mediciones de radiactividad en el entorno del complejo