Una imagen vale más que mil palabras. Y esta vale millones. En plena polémica por la negativa de los eurodiputados a viajar en clase turista, se han difundido las imágenes del primer ministro británico David Cameron esperando en el aeropuerto con su esposa para iniciar un viaje privado a España. Lo llamativo del caso es que la espera es no es en una sala VIP, sino en las normales, en Stanted y en un vuelo low cost.
El viaje, privado, era para celebrar con un fin de semana romántico el 40 cumpleaños de su esposa, que es de origen español. Para eso, un viaje en Ryanair, alojamiento en Granada en un hotel medio, visita sin previo aviso a la Alhambra y una escolta discreta.
Con esta imagen Cameron parece predicar con el ejemplo tras imponer severas medidas de austeridad en el país. Aunque no se mira igual en España y en el Reino Unido: mientras aquí se mira con asombro y como algo positivo, en Inglaterra piensa que se trata de un golpe de efecto de su primer ministro.