Es la única excusa que se nos ocurre para justificar que el ladrón hubiera vuelto al lugar del crimen días después a por más. La Policía Nacional detuvo ayer a un hombre de 38 años que el pasado día 2 de abril robó 719 euros en colonias de las estanterías más cercanas a la puerta de un local de la calle Rosalía de Castro aprovechando un descuido de la dependienta.
Y ayer la dependienta lo volvió a ver por las inmediaciones y llamó a los agentes. El hombre, con 10 antecedentes policiales anteriores, pasó a disposición judicial para un juicio rápido por un delito de hurto.