Así lo ha asegurado el vicevaledor do Cidadán, Antón Vidal. La oficina del Valedor presentará en los próximos días un estudio que constata los efectos de la crisis en la ciudad y en el que se refleja que ésta ha causado un descenso del nivel de vida rápido en intenso entre quienes menos tienen. Según la Unión Europea, se consideran pobres a quienes tienen unos ingresos anuales inferiores en un 60% a la media del país en el que residen, en caso de España, aquellas personas cuyos ingresos no superan los 8.400 € anuales.
Con esta cantidad viven alrededor de 55.000 vigueses. Entre ellos son mayoría los jubilados, se calcula que alrededor del 28% no llega a esos ingresos y, de esta proporción, cerca del 35% están en el umbral de la pobreza extrema: sus percepciones no superarían los 485 € al mes (algo más de 5.000 € anuales), un porcentaje casi un 4% superior a la media del Estado.
También hay que contar en este grupo a los menores de 17 años: el 26% integran familias que no alcanzan esos ingresos, casi un 2% más que la media española que, según datos de 2010, estaba en el 24,5%, la más alta de los estados miembros de la Unión, a excepción de Grecia y Portugal; y un 11% de los trabajadores, porcentaje similar al que manejan los responsables de la Secretaría de Estado de Bienestar.
A todo ello hay que añadir el aumento del paro, que ya afecta a más de 30.000 personas en Vigo, y un dato aún más alarmante: en 12.386 familias viguesas no trabaja ninguno de sus miembros. Para quienes no tienen trabajo, la situación empeorará notablemente en los próximos meses: antes de que acabe el año, en torno a un 40% de quienes tenían derecho a una percepción por desempleo dejarán de cobrarla y, únicamente, podrán optar a las ayudas de 400 € mensuales aprobadas por el Gobierno. A mitad de 2012, los que hayan agotado esta prestación excederán el 52% y en diciembre serán casi un 60%, además, si sigue esta destrucción de empleo, en 12 meses las familias viguesas en las que no trabaje nadie superarán las 13.000.
De todo ello se deduce que 1 de cada 10 gallegos que viven por debajo del umbral de la pobreza es vigués, un tanto por ciento que excede el de la población de la ciudad sobre el total de Galicia, que representa el 9%.