Bélgica cumple un año… sin gobierno y bate todos los récords, ya que superó los 249 días sin gobierno que ostentaba hasta hace un año Irak. Y parece que la situación no cambiará a corto o medio plazo. Tras la dimisión del primer ministro, Yves Leterme, que el rey Alberto II tardó varios días en aceptar, el país se sumió en una crisis política forzada por las diferencias entre flamencos y valones tras las elecciones del pasado 13 de junio y mantienen desde entonces a Bélgica con un Gobierno en funciones.
A pesar de todos los mediadores nombrados por el rey no se ha conseguido acercar posturas entre los siete partidos políticos del país, algo de lo que culpan principalmente al N-VA. La separación administrativas de Bruselas y su periferia, la descentralización de algunas competencias nacionales como migración o políticas laborales o la reducción de las transferencias de recursos regionales son algunos de los puntos que alejan a los partidos.
Mientras, Bélgica ha visto peligrar su imagen en los mercados con un Gobierno en funciones que ha tenido que asumir la presidencia de la Unión Europea, que ha aprobado un presupuesto con una reducción del déficit mayor a la exigida por Europa y que ha contribuido a la misión internacional en Libia. Sin embargo, los jóvenes están hartos de la incapacidad de los políticos y han realizado numerosas manifestaciones de protesta.