Lo ha prometido el gobernador de la prefectura de Fukushima, Yuhei Sato: la central nuclear no volverá a funcionar. Además, tanto el presidente de la compañía eléctrica como el de la junta directiva de Tepco dimitirán en breve como responsables de la crisis nuclear de Japón.
Mientras, la operadora de la central de Fukushima está estudiando la posibilidad de instalar varios muros subterráneos alrededor de los reactores para impedir la filtración de aguas radiactivas al mar.