La Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional consideró probado que los GRAPO Fernando Silva Sande, Mónica Refojos Pérez, Israel Torralba Blanco, Marcos Martín Ponce y Esther González Ilarraz colocaron tres cargas explosivas en el furgón de seguridad que circulaba por la carretera provincial de Vigo y que, tras explosionarlo, Sande y Refojos dispararon contra sus ocupantes, mataron a Gonzalo Torres Lage y Jesús Sobral Otero e hirieron a Manuel Espada Pérez. En total, una condena de entre 135 y 144 años de cárcel.
Ahora, el Tribunal Supremo revisará la sentencia. La cita, en vista pública, será el próximo martes y supondrá el retomar la vista fijada para el pasado mes de febrero que tuvo que aplazarse a petición de uno de los abogados.
Los hechos
Mataron a dos vigilantes de seguridad e hirieron a otras cuatro personas durante el asalto a un furgón blindado en Vigo en mayo de 2000. La Fiscalía pedía entre 152 y 155 años de cárcel para los siete Grapos que fueron juzgados en la Audiencia Nacional por delitos de pertenencia a organización terrorista, robo con intimidación, asesinato terrorista, lesiones, estragos, tenencia de explosivos y falsedad.
Entre los acusados se encuentra el líder histórico de la organización, Manuel Pérez Martínez, ‘camarada Arenas’; el jefe del aparato de falsificación de la banda, José Elipe y otros cinco ex Grapos (Fernando Silva Sande, Israel Torralba, Mónica Refojos, Esther González y Marcos Martín Ponce). El fiscal pide la pena máxima para Torralba al añadir al resto de lo cargos el de falsedad documental.
En las conclusiones provisionales se recoge que fue Torralba el que alquiló un vehículo para trasladar al grupo y el material necesario para la acción hasta el lugar y para poder huir. Sobre las 07:45 horas del 8 de mayo de 2000 los terroristas, dirigidos por Silva Sande, colocaron las cargas explosivas al paso de un furgón de la empresa Prosegur que circulaba por la Carretera Provincial en dirección a la Gran Vía paratrasladar fondos a la sede del Banco de España en Pontevedra.
El furgón quedó inutilizado, momento en el que los terroristas abrieron fuego por los laterales matando a los guardias jurados Gonzalo Torres Lage y Jesús Sobral Otero, que murieron en el acto, e hiriendo de gravedad a Manuel Espada Pérez. Además, sufrieron lesiones otras tres personas que se encontraban en ese momento en el lugar de la explosión. En su huída, los acusados abandonaron las tres bolsas de dinero que habían logrado extraer del furgón y tres artefactos explosivos.