No caigas. Aunque te ponga cara de pena, gima, aúlle o recurra a los trucos más insólitos. Tu perro es capaz de hacer lo que sea para conseguir comida y se dirigirán a ti porque son capaces de analizar a las personas que le rodean y distinguir a los más generosos. Según un estudio de la Universidad de Milán, los canes son capaces de interpretar las acciones caritativas entre los seres humanos y utilizar lo que ven para pedir comida después. Es decir, analizan si eres el tipo de personas que comparte las galletas.
Entre los experimentos utilizados para observar a los propios perros, dos actores pidiendo comida a una tercera persona: mientras uno le decía que no, el otro le daba cereales y una salchicha con gestos más alegres. Esa era la víctima escogida por los canes para pedir comida.