Mojave, una pequeña ciudad desértiva a 200 kilómetros de Los Angeles que hace más de 120 años era una terminal de caravanas tiradas por mulas. Hoy se puede convertir en la sede de los viajes espaciales comerciales: al menos 12 empresas fabricantes de cohetes y vehículos de carga, desde satélites a pasajeros, se han instalado en esta zona, lo que la convertirá en el centro de transporte privado comercial al espacio.
Los avances tecnológicos han promovido el boom de las empresas espaciales privadas que le hacen la competencia a una NASA que se enfrenta a recortes de presupuesto que atan de pies y manos su crecimiento: tiene que mantener un presupuesto de 19.000 millones de dólares pero invertirá 270 en financiar cuatro empresas comerciales para crear un vehículo de tripulación comercial para llevar pasajeros a la Estación Espacial Internacional, algo que no podrá hacer hasta 2016.
Hasta ahora la NASA trabajaba con empresas privadas pagando todo de principio a fin a cambio de quedarse con el vehículo una vez terminado. Ahora, las empresas adelantan el dinero, se queda con el transporte y la agencia espacial estadounidense les comprará el servicio.