Dos bolsas de magdalenas caducadas. Eso fue todo lo que cogió en el contenedor de un supermercado, pero suficiente para que un tribunal belga lo haya condenado a seis meses de prisión. Un tribunal de Dendermonde al nororeste de Bruselas ha considerado esta acción como robo porque el contenedor estaba dentro del aparcamiento del propio supermercado y, por lo tanto, continúa siendo de su propiedad aunque esté en la basura.
Fue el propio supermercado el que denunció al hombre. Además, la federación de empresarios ha calificado esta sentencia como muy positiva, ya que da un paso adelante a la hora de tipificar penalmente como robo la recuperación de comida de los contenedores de basura de las cadenas alimentarias.