Una imagen similar se ha vivido hoy en dos cárceles del país cuando los históricos etarras Estanislao López Agiriano y Ander Errandonea Arruti han salido a la calle tras cumplir sus condenas. Pancartas con el lema “Presos a casa“, familiares y amigos y uno de ellos, el segundo, no ha dudado en ensalzar la recién legalizada Bildu.
Estos dos etarras, integrantes del “comandoIrrintzi” de ETA a mediados de los 80, quedaron en libertad después de cumplir 25 años de prisón. Ninguno de los dos ha mostrado arrepentimiento alguno.
López Agiriano fue juzgado en 1986 y condenado a 30 años de prisión, pero con la reforma del Código Penal el tiempo máximo de estar entre rejas por el delito de pertenencia a banda armada pasó a 25 años.
Tanto él como su colega de andanzas criminales, pertenecen al grupo de cinco veteranos de ETA que han recuperado la libertad entre los meses de abril y mayo.
En el caso de Errandonea Arruti, que ha conocido distintas cárceles, también fue condenado a 30 años por colaboración con banda armada y tenencia de armas y de explosivos. El terrorista pidió la revisión de la condena apelando al nuevo Código Penal para reducir en 10 años la pena.