Amnistía Internacional ha denunciado el incumplimiento por parte del Vaticano de obligaciones internacionales en materia de protección de los niños, y ello a pesar de las cada vez más numerosas denuncias de casos de pedofilia sacerdotal en todo el mundo.
“La Santa Sede no cumplió con todas sus obligaciones relativas a la protección de la infancia”, escribió la organización internacional en su informe anual sobre el estado de los derechos humanos en el mundo, en el que dedica por primera vez un capítulo a este minúsculo Estado.
Amnistía lamenta en particular que el Vaticano no haya presentado el informe que debe desde 1997 al Comité de Derechos del Niño, órgano que vela por el cumplimiento de la Convención de los Derechos del Niño, así como otro sobre la Convención de la ONU contra la Tortura, previsto para 2003.
La organización señala también “pruebas crecientes de abusos sexuales generalizados contra menores de edad cometidos por el clero católico en las últimas décadas, y de que la Iglesia Católica no trató correctamente estos delitos” en numerosos países.
En este sentido, denuncia el mantenimiento en sus puestos de los curas investigados, la falta de cooperación de las autoridades eclesiásticas con las justicia y la falta de indemnización a las víctimas.
Amnistía sólo destaca como positivo que el papa Benedicto XVI “reconociese” el año pasado estos abusos y “pidiese disculpas” por ellos en sus visitas a algunos de los países más afectados, como Irlanda, Malta y Reino Unido.
La Iglesia católica ha enfrentado en los últimos años numerosas denuncias de abusos sexuales de menores por parte de sacerdotes en numerosos países del mundo, especialmente en la católica Irlanda, donde un informe a finales de 2009 acusó a las autoridades eclesiásticas de haber encubierto decenas de casos durante décadas.