Demasiada picaresca hasta en situaciones de catástrofe natural. El ayuntamiento de Lorca limitará la entrada en el campamento de afectados por el terremoto, que unificará a los cuatro actuales en uno solo militar con capacidad para 3.100 plazas. Una medida que se ha tomado después de darse cuenta de la avalancha de gente venida de fuera que ha llegado hasta Lorca estos días y que intentan utilizar los mismos servicios que las víctimas del terremoto.
Mediante un sistema de pulseras, el ayuntamiento discriminará a los vecinos afectados por el terremoto de los que no lo son que se concederán una vez se haya comprobado que la persona está empadronada en la ciudad o que residía allí en el momento del seísmo. Mientras, sólo ayer en la zona se registraron 13 réplicas, algo menos de la mitad por encima de los dos grados de magnitud en la escala de Ritcher.