Por intentarlo que no quede. Es lo que parece que ha pensado este ladrón de poco guante blanco, que fue pillado por la Policía Nacional mientras intentaba esconderse después de robar en una furgoneta que estaba aparcada entre las calles Gran Vía y la carretera provincial, de donde se llevó un maletín con herramientas que pocos minutos después dejó en una cafetería para que se lo guardaran mientras intentaba escapar de los agentes.
El detenido, de 42 años y con 36 antecedentes anteriores, la mayoría por delitos contra la propiedad, fue detenido como supuesto autor de un delito de robo con fuerza al romper una ventanilla de la furgoneta para poder entrar.
Con la droga en el coche
Lo pillaron con las manos en la masa: vendiendo drogas dentro del coche, donde llevaba seis dosis de cocaína y 280 euros. Ocurrió en la Avenida de Beiramar, donde acompañado de otra persona y donde preparó una dosis que sacó de una cajita para su consumo mientras el copiloto sacó varios billetes que depositó encima del salpicadero. El joven, de 30 años, fue detenido por un delito de tráfico de drogas.
Mientras, un amigo del detenido, de 29 años, fue detenido por resistencia y desobediencia, ya que se presentó en la zona preguntando por el conductor del coche y cuando lo intentaron identificar intentó escapar de la zona tras forcejear on los agentes. Él llevaba un trozo de hachís encima; en el maletero del coche estaba su cartera con toda la documentación.