Alemania mira hacia el sur de Europa como si países como España, Grecia o Portugal trabajaran menos y se esforzaran menos por remar en la misma dirección para salir de la crisis. Por eso, la canciller alemana Angela Merkel ha dejado encima de la mesa una propuesta polémica: unificar la edad media de jubilación y las vacaciones en los distintos países de la Unión Europea. Lo que no se imaginaba Merkel es que esa medida beneficiaría a los españoles.
A pesar de no haber muchas diferencias entre un país y otro, en España la edad de jubilación es más tardía que en el país teutón, tienen los mismos días de vacaciones y mientras los alemanes trabajan 1.389 horas al año, los españoles lo hacen 1.653 horas, eso sí por la mitad del sueldo que los teutones. Igual el cobrar la mitad es directamente proporcional a la productividad por hora trabajada, un 82% en España, un 93,5% en Alemania.
Eso sí, perdemos también en pensiones, mucho más bajas en España. Además, como todas las comparaciones son odiosas, poner en una balanza la tasa de paro no nos deja en buen lugar: a pesar de la crisis en Alemania la tasa está en un 7,1%, mientras que en España es del 21,3% de la población activa, una tasa que llega hasta el 50% en el sector juvenil.