No eran los resultados que esperaban y no es de extrañar, ya que el BNG ha sido el gran damnificado de estas elecciones municipales en Vigo: ha perdido dos concejales que han ido a parar directamente a su socio de Gobierno, el PSOE, lo que deja a los nacionalistas en una situación precaria de cara a la negociación para hacer un pacto de gobierno. Orgulloso de pertenecer al BNG y del trabajo que ha hecho su equipo en los últimos 4 años, Santi Domínguez asume la total responsabilidad de los resultados y ha puesto su cargo a disposición del Consello Local. “A cidadanía decidiu que tiñamos que baixar, e nós, que somos demócratas, aceptámolo”, dixo.
Con “un proxecto para Vigo e un proxecto de país”, Domínguez aseguró que seguirá defendiendo los intereses de los trabajadores de la ciudad. “Nós non marcharemos do concello de Vigo, e pídolle á candidata do PP que non marche. Grazas a esta apelación ao voto dos traballadores a dereita non gobernará esta cidade”.
