VERÓNICA RODRÍGUEZ/ Por fin las elecciones han pasado, pero seguimos y seguimos hablando de ellas… No entiendo por qué nadie está conforme con los resultados. Habrá gente que sí lo tendrá que estar, digo yo que alguien habrá votado al PP y al PSOE para que un año más aparezcan en la palestra como únicos partidos políticos de este país, que para mí es de coña.
A decir verdad no tenía pensado ir a votar. ¿¡Para qué!? Total, como muchos jóvenes han revindicado, no hay ningún partido que me represente ni que se dirija a mí. Pero mi abuela, que es una pesada de las de antes, se pasó el sábado, día de reflexión, dándome la paliza para que fuera a votar por eso de que si no votas no puedes protestar.
Así que el domingo me armé de valor y me pasé por el colegio. Me sorprendí al ver tantas papeletas de partidos de los que nunca había oído hablar… ¿Y por cual voté? El voto es secreto, pero a mi eso me da igual: voté a un partido que se llama Por un Mundo más Justo. Simplemente porque su nombre simple y llano llamó mi atención y me fijé en él, también me hizo sonreír como si fuera algo utópico en el mundo en que vivimos. Así que le voté.
Obviamente al día siguiente nadie había oído hablar de ese partido y por supuesto no obtuvo ningún escaño.
El caso es que nadie está conforme y seguro que muchos de esos que siguen protestando han votado a los partidos mayoritarios… por eso de que más vale malo conocido que bueno por conocer.