Tras la carga policial de esta mañana para echarlos de la barcelonesa Plaza de Cataluña después de que se desobedeciera la orden de desalojar la plaza por motivos de higiene, otros 3.000 indignado han vuelto a tomar posesión de la zona a primera hora de la tarde y aprovechando la escasa presencia policial, que se ha ido disolviendo a lo largo de la mañana. Al empezar a desplazar a las 200 personas que permanecía en la plaza para continuar con las labores de limpieza, unos 800 indignados han aprovechado para romper el cordón policial.
A lo largo de la mañana, los antidisturbios han quitado todas las carpas y dispositivos que los ‘indignados’ mantenían en la plaza, lo que acabó con la resistencia pacífica que se había estado llevando a cabo durante toda la mañana y prendió la chispa que provocó minutos de violencia en la plaza, en la que resultaron heridas más de un centenar de personas entre acampados, policías por botellazos y piedras, además de algunos fotógrafos, cámaras y periodistas.
Ya han pedido la dimisión del Conseller de Interior, Felip Puig, por las cargas y la violencia utilizada en el desalojo.