Eso es lo que ha decidido un convulso Consello del BNG. El mismo ha resuelto, salomónicamente, la división que había en el seno del partido sobre los pactos con el PsdeG: no se permitirá la investidura de alcaldables del PP y cada grupo municipal decidirá, concello por concello, si entra en el gobierno local con los socialistas.
La decisión se ha tomado por consenso, sin votar, y tras casi tres horas de reunión, tal y como ha comunicado el voceiro nacional, Guillerme Vázquez, en una rueda de prensa celebrada en un receso de la reunión.