Ha superado dos operaciones de más de seis horas, pero todavía continúa grave en la UCI del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla con respiración asistida y sedado, aunque estable dentro de la gravedad.
Sin embargo, los últimos detalles de la investigación no deparan tan buenos augurios para el extorero y ganadero: los primeros indicios apuntan a que Ortega Cano conducía bebido y a una velocidad inadecuada. Los familiares del conductor contra el que chocó el torero falleció en el acto y reclaman ahora justicia si se verifican estos datos.