El mismo hombre que hace unos meses aseguraba que el Gobierno de coalición del Concello de Vigo funcionaba perfectamente y que, superando las discrepancias normales entre dos partidos, había logrado dar estabilidad aprobando cuatro presupuestos consecutivos o sacando adelante proyectos como la recuperación del Casco Vello, hoy ha asegurado lo contrario.
Ese hombre es Santiago Domínguez, teniente de alcalde en funciones quien esta mañana ha anunciado que su partido, el BNG, no entrará en el gobierno de la ciudad. “Los vigueses han decidido por abrumadora mayoría que no formemos parte del gobierno local” ha reconocido, indicando que su socio, el PSOE, se ha atribuido la labor hecha en el mismo por los concelleiros nacionalistas, que además de la Tenencia de Alcaldía y las concellerías de Comercio y Turismo, que ocupaba el propio Domínguez, gestionaba Benestar Social, Patrimonio Histórico, Deportes, Xuventude, Igualdade y Normalización Lingüística.
El que será voceiro municipal del Bloque ha subrayado que queda claro que no tienen apego al coche oficial, que hacen autocrítica de los peores resultados de la formación nacionalista en 20 años (ha pasado de 5 concelleiros, logrados en 2007, a 3 el pasado día 22) y ha denunciado la falta de fidelidad de sus socio durante el tiempo que ha compartido el poder, “incluso en algunos momentos nos veía como rivales”, ha enfatizado.
Domínguez ha dejado claro que Abel Caballero será alcalde con los 3 votos del BNG pero le ha advertido que “no tiene un cheque en blanco” sino que tendrá que llegar a acuerdos en temas esenciales para contar con el apoyo del Bloque en el Pleno de la Corporación, al tiempo que le ha desafiado a igualar o mejorar la labor que los concelleiros nacionalistas hicieron los pasados 4 años.
