La adicción a la nicotina es muy mala. Sino que se lo digan a W.I., un hombre de 49 años nacido en Ucrania, que ayer acabó en el calabozo tras intentar encenderse un cigarrillo primero en una cafetería y después en la comisaría. Ocurrió sobre las 01 horas de esta madrugada, cuando la Policía Local tuvo que acudir a una cafetería en Luis Taboada porque un cliente estaba causando problemas, insultando y amenazando al resto de la gente, porque no le dejaban fumar dentro de las dependencias.
Cuando le pidieron la documentación, el hombre enseñó una fotocopia de una carta de identidad rumana que no le pertenecía, por lo que lo trasladaron a la comisaría para identificarlo. Mientras estaban realizando los trámites volvió a intentar coger un cigarro para fumarlo y cuando el agente le indicó que no podía fumar intentó pegarle.