Ayer tuvo que cerrarse al público al detectar un nivel bacteriológico por encima de lo aconsejable, lo que hacía que el agua de la playa de A Calzoa o Las Barcas, como se conoce a este arenal, no fuera apta para el baño. Sin embargo, las nuevas analíticas realizadas por el concello en este arenal situado entre Coruxo y Canido han constatado que los parámetros vuelven a estar dentro de la normalidad.
Por eso, el Concello ha vuelto a reabrir esta pequeña playa de apenas 175 metros de largo, aunque todavía continúan las investigaciones para intentar averiguar cuál es el motivo de este alto nivel bacteriológico en la zona.