Parece que esta vez hay posibilidades. Aunque haya habido que esperar siete carreras, Ferrari puede optar a su primer triunfo esta temporada en el Gran Premio de Canadá. El motivo no es otro que el hecho de que en el circuito Gilles Villenueve pesa más la calidad del piloto que las condiciones del monoplaza. Por ello, las opciones de Fernando Alonso, que hace quince días logró su mejor resultado en Mónaco (2º) y que en 2010 se subió al tercer peldaño del cajón en Montreal, han subido enteros.
El bicampeón del mundo español confía en su F-150, en el hecho de que en este gran premio no sea tan importante la aerodinámica, el punto flaco de su Ferrari, el hecho de que, por primera vez se podrá usar el ‘DRS’ (alerón trasero móvil) en dos partes del trazado, y donde los neumáticos, que sufrirán mayor degradación, serán claves, algo que beneficia al coche de Alonso, que protegen mejor las gomas que los de sus rivales.