La cogieron en una estación de tren en la localidad italiana de Udine, cerca de la frontera con Austria. Fue la misma persona que le proporcionó un alojamiento la que alertó a las fuerzas de seguridad al descubrir que se trataba de Estíbaliz Carranz, la española en búsqueda y captura por su posible implicación en un doble homicidio en Viena.
La policía encontró los cuerpos de dos personas, una de ellas su exnovio, en neveras en el sótano de la heladería que regentaba. Uno de los cuerpos llevaba desde noviembre, el otros desde mucho antes. Austria está pidiendo ahora la extradición de la española, de 32 años.
Según ha confesado la propia Carranz, fueron problemas familiares los que la llevaron a cometer los crímenes. Las víctimas serían dos exnovios de la española que la habrían sometido a malos tratos físicos y psicológicos.
