Las lluvias torrenciales registradas en los últimos días en dos provincias del centro de China ha dejado un total de 94 muertos. Según la prensa de aquel país, en las provincias de Hunan, varias estaciones registraron más de 200 milímetros de lluvia en sólo seis horas, unos datos que tienen lugar una vez cada 300 años. En Maojiazu, las fuertes lluvias provocaron un deslizamiento de tierra que destrozó 24 viviendas y acabó con la vida de, al menos, 20 personas. Además, hay siete desaparecidos, a los que se da por muertos.
Cerca de 23 de los fallecidos vivían en la provincia de Hubei (centro), donde los deslizamientos de tierra han dejado además más de cien heridos y diez desaparecidos.
La reciente sequía ha provocado que los suelos se encontraran en un estado más propenso a los deslizamientos a causa de las lluvias, según ha declarado un gobernador provincial. Sin embargo, residentes de la provincia de Hunan han señalado que la principal causa es la construcción de minas sin control, lo que ha debilitado montañas y colinas, que se han venido a bajo con las lluvias.