Los mayores de 45 años es uno de los sectores más afectados por la crisis, donde los parados de larga duración son más habituales. La estadística es clara: 36 de cada 100 parados en España pertenecen a este sector, el triple que los jóvenes con menos de 25 años sin empleo. La situación es tan desesperada que, a pesar de que muchos están asentados en las ciudades, con sus familias con hijos o nietos constituidas, el 57% de los parados de más de 45 años gallegos estaría dispuesto a mudarse a cambio de un trabajo.
Uno de los motivos para prescindir de ellos cuando la crisis llama a la puerta de las empresas es que, en teoría, no están tan predispuestos como los más jóvenes a aceptar contratos menos estables o peor remunerados. Sin embargo, casi el 97% de los encuestados por este estudio de la Fundación Adecco aceptaría un puesto de menor formación sólo para poder tener ingresos.
Además, el 73,1% de estos parados de más de 45 años tienen a hijos o parientes a su cargo, por lo que la cuestión de disponer de ingresos económicos necesita una solución urgente. Pero tienen muy claro que su principal handicap a la hora de conseguir un trabajo es la edad. Por eso una de las principales conclusiones que se pueden sacar de esta crisis es que se ha producido un descenso de las exigencias laborales entre los parados de mayor edad.