El repentino aumento de radiactividad en la zona ha obligado a paralizar las operaciones de refrigeración de los reactores afectados de la central nuclear de Fukushim, unas labores que Tepco retomará el próximo lunes, cuando se retomarán además los trabajos de descontaminación de las piscinas de agua radiactiva de la central japonesa, a punto de desbordar y con la amenaza de la temporada de lluvias a punto de llegar.