Cobra más de 28 millones de euros al año, pero en la fiesta de fin de curso que celebró para su hijo cobró algo más de 11 euros por persona para sufragar los gastos del autobús para trasladar a los pequeños desde el colegio hasta su mansión al norte de Londres, a donde no se puede acceder en coche privado por motivos de seguridad.
La indignación del resto de padres por este pago a escote no se hizo esperar, así que los Blair decidieron hacerse cargo de los 11,3 euros que costaba el autobús de aquellos niños con familias que no pudieran costeárselo.