Más de 5.200 pilares que ha costado construir cuatro años y la friolera de más de 1.000 millones de euros. China acaba de inaugurar el puente marino más largo del mundo, ‘El dragón de cemento’, 42,4 kilómetros que cruzan la bahía de Jiaozhou para comunicar Qingdao con Huangdao. Tras pasar las pruebas de resistencia, el puente abrió ayer al tráfico, al mismo tiempo que un canal submarino.
Con una media de 30.000 coches al día cruzando la bahía y reduciendo el trayecto habitual algo más de media hora, el puente podría perder pronto el puesto de récord, ya que ya se ha comenzado a construir un nuevo puente que unirá Guandong y Hong Kong que, aunque será mucho más largo que este, sólo tendrá 35 kilómetros encima del mar.