Estás cansado de cruzarte con ellos cuando paseas por Príncipe o por cualquier zona peatonal y comercial con mucho movimiento de gente. Normalmente se ve un sombrero en el suelo y, a unos cuantos metros, un hombre o mujer con una flauta en las manos tocando conocidas melodías mientras un perro mejor cuidado que los de las mejores familias lo mira con cara de entre admiración y aburrimiento. Ya escuchó el concierto demasiadas veces.
Pero esta estampa ha dado un salto: se ha adaptado a las nuevas tecnologías y ha creado la figura del ‘perroflauta 2.0‘. Una web que recoge cortes de seis canciones de unos 30 segundos cada uno a imagen y semejanza de los que tocan la flauta en la calle y un botón en el que poder dejar tu donación, igual que si echaras la moneda en el sombrero. Renovarse o morir…