A.ALBALADEJO/ Palabrería. Eso es lo que hay detrás de las declaraciones de responsables públicos como la ministra de Economía, Elena Salgado, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo o, más cerca, el concelleiro de Emprego, Santos Hector, que anuncian ayudas a quienes monten su propia empresa. Caca de la vaca. Los emprendedores se encuentran con que los precios a la hora de iniciar un negocio en España son los segundos más elevados de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, que reúne a los países desarrollados), situándose solamente por detrás de Grecia. Así, una sociedad limitada exige desembolsar un capital mínimo de 3.006,00€, a pesar de que, en teoría, el coste administrativo sea solo de 100 €.
En segundo lugar, España se sitúa a la cabeza de los países en lo que se refiere a tiempo de creación de una empresa : entre los trámites iniciales y la apertura del negocio transcurren unos 47 días, una diferencia significativa con respecto a otros países de la Unión Europea como Francia (7 días), Holanda (8) e Irlanda (13) y de Oceanía (en Australia una empresa puede abrirse en dos días, mientras que en Nueva Zelanda simplemente hace falta uno.
A estas dos trabas se suman los trámites necesarios antes de la creación de la misma. En España, son ocho los pasos a seguir: Alta en el Censo mediante declaración censal, Inscripción de la empresa en la Seguridad Social, afiliación y alta de los trabajadores a la Seguridad social (antes de iniciar la prestación servicios), legalización del libro de visitas (Antes del inicio de la actividad y de la contratación de los trabajadores), alta del Impuesto sobre Actividades Económicas, alta del empresario o profesional den el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos, comunicación de apertura del centro de trabajo en la consejería correspondiente, formalización de los contratos de trabajo.
A todo ello hay que añadir la dificultad para acceder a las ayudas para la creación de empleo que, en el caso del gobierno gallego, exigen inversiones de miles de euros, o para acceder a subvenciones por contratación de personal, algo de lo que el Concello de Vigo no puede presumir, precisamente, pues muchas de ellas no exceden los 500 € como pago único.
La consecuencia de todo ello es que, en contra de lo que reclama el presidente Feijóo pidiendo a los emprendedores que sean valientes o la vicepresidenta Salgado invitando a los jóvenes a que monten su propio negocio, la realidad es que desde 2007 han cerrado en todo el Estado 400.000, casi un 10% de ellos en Galicia y más de 3.000 sólo en Vigo.
Además, la actividad emprendedora se ha reducido año tras año, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, la creación de nuevos negocios ha descendido hasta en un 4,3% durante el año 2010, tendencia que ha continuado el mismo camino durante los 6 primeros meses de 2011.
Además: Las administraciones públicas gallegas deben a los autónomos 940 millones de euros. El 65% de las PYMES no tendrá crédito en 2012 y se multiplicarán los cierres y el paro. Galicia pierde 43 autónomos al día. Ni nuevos negocios ni nuevos puestos. Las PYMES gallegas tienen que pagar más de 40 millones de IVA por facturas que no cobran.