ALEJANDRA BERNARDO/Monrovia
16:14pm in Liberia
Hoy con dolor de cabeza. El malarone se hace sentir por momentos.
Fui a la escuela. EJ llegó a las 9am tal y como habíamos acordado, como hacemos cada mañana. El coche parece estar en condiciones para conducir aunque al parecer faltan algunas reparaciones. No las tengo todas conmigo. Pienso en la bumpy road que debemos tomar desde el aeropuerto y se me ponen los pelos de punta. Aún así confío en Sadate y Terrence que conocen la carretera y dicen que todo va a ir bien.
Y así fue. Todo fue bien hasta que llegamos al río. Un poquito antes del río hay que torcer a la derecha, y un sendero de arena termina en la valla de entrada a la escuela. Conduzco hasta el sendero. Sadate me había dicho que en caminos de arena, y con el automático que conduzco, un Nissan Pathfinder (no me preguntéis el modelo), debo cambiar la palanca al 2 en lugar de llevarla en el modo D (drive). Palanca al 2 y el coche se queda clavado en la arena. Un poco de motor para intentar salir y nos quedamos definitivamente enterrados, el coche, EJ y yo. Gosh! Otra vez no!. Pues sí. Todo apuntaba a que a menos que encontrásemos (bueno yo, EJ es liberiana y ella no se agacha) unos tableros o a un par de mozos que empujaran, el coche no saldría de allí.
Bajamos del coche, lo cerré y caminito hasta la escuela. Utto, uno de los chicos de seguridad, un local liberiano que trabaja en la escuela junto con otras tres personas nos dice que no sabe qué podemos hacer. Es curiosa la cultura liberiana. Tú preguntas. Ellos dicen sí o no, casi siempre es que no o no sé, y se quedan mirándote, inmóviles. El liberiano espera ser ayudado. No ayudar. NO tiene nada. Por no tener no parece tener ni manos ni cerebro. Ni está acostumbrado ni nadie le ha enseñado a hacerlo. Es obligación del hombre blanco, al que se le sobreentiende rico ayudar al hombre de color. Fuimos al poblado a pedir a algunos chicos que nos ayudaran después de que yo hubiese llamado por teléfono a todos los “mozos” tan fornidos, tan majos, tan valientes, con tanta dialéctica y tan capaces, con los que había cenado los dos días anteriores y todos estuvieran tan ocupados.
Al menos 15 personas vinieron entre niños, adultos y abuelos. Ninguna mujer. Terrence me había dicho unos minutos antes por teléfono que “a menos que sepas conducir en arena” no debía coger el coche una vez desenterrado, esto en el caso de haber sido capaces. Había decidido no moverlo cuando uno de los chicos dijo que él sabía conducir y que podía sacarlo. Le di las llaves. No parecía conocer las señales de la palanca. Estoy segura de que no sabía leer. Pero entre los demás que empujamos (me incluyo por supuesto) y él, sacamos el coche. Marcha atrás y de nuevo fuimos a la carretera que nos había llevado hasta allí. Aparqué en un lateral y caminamos de nuevo hasta la escuela.
Vistazo general, vueltas de reconocimiento. A las personas que trabajan allí ya les había conocido. El sistema del agua no funciona, no hay fuel en el generador y la batería no funciona, hay goteras en el techo de los dos edificios y las lluvias (estamos en época de lluvias y las más fuertes están por llegar) han arrastrado toda la arena que hay en el camino entre los dos edificios dejando al descubierto las tuberías del sistema del agua. El depósito que recoge el agua para suministrarla a los dos edificios se ha roto…Segundo, Gosh!!! Además, nadie ha estado a cargo de la escuela desde que Sister Leonora se ha ido y los 4 niños que siguen allí y el personal que se ha quedado con ellos no tienen luz ni apenas comida. Se arreglan como harían si estuvieran en sus poblados. Como pueden. Pero hombre, esa no es la idea.
Me hago con los contactos necesarios para empezar a hacer llamadas y dejo atrás la escuela. Mañana is The Independence day (26th of July) y es fiesta. Al parecer este día es más importante que incluso Navidades y lo mejor que podemos hacer los blancos es quedarnos en casa. La policía aprovecha para ganar algo de dinero extra. Volveremos el miércoles.
Es curioso lo que hace la gente aquí con el dinero. Lo gasta. En el acto. Lo quieren. Lo buscan. Mienten. Engañan. Lo que sea por conseguirlo para quedarse sin él en cero coma. A medida que un dólar sale otro dólar entra. Y de eso se quejan el resto. No se puede ayudar dando. Debe hacerse enseñando. Regalando se enseña a gastar. Formando, educando, trabajando se enseña el valor de las cosas y con suerte a esforzarse.
De regreso al coche pude hacer un video de una valla de cemento que el propietario de una tierra vecina ha puesto en medio del camino de acceso a la escuela. Al parecer la ha puesto porque pretende vallar su propiedad. Me resulta extraño que haya empezado a construirla justo por la parte del camino. Autopista hacia la escuela? Os dejo la foto. El video os lo cuelgo esta noche. Toca abrir otro camino…..leer más