Eso ha asegurado el arqueólogo Francesco D’Andria quienes están seguros de haber encontrado en Turquía la tumba del Apóstol Felipe, uno de los 12 discípulos que acompañaron a Jesús de Nazareth y que mantuvo una intensa labor misionera en Asia Menor, según informa la Radio Vaticana.
La supuesta tumba fue encontrada entre las ruinas de una iglesia que fueron halladas hace un mes en la región del Pamukkale, la antigua Hierápolis. Según ha asegurado D’Andria, la estructura de la tumba y las inscripciones de la misma demuestran que se trata precisamente del santo apóstol.
San Felipe nació en Betsaida en el año 5 después de Cristo y se cree que murió hacia el año 80, aunque no se conoce si fue crucificado por los romanos o por causas naturales. El secretario general de la Conferencia episcopal turca, el padre Anton Bulai ha afirmado que si la tumba realmente es la de San Felipe, “sería una gran noticia para toda la cristiandad” y ha reconocido que el descubrimiento “atraerá a muchos peregrinos” por lo que “será deber de los cristianos locales custodiar el lugar”.