Raúl Castro, de 80 años, cumple hoy 5 años al frente de Cuba, después de que su hermano, Fidel, delegara en él tras una operación que todavía le mantiene alejado de la vida política. El presidente cubano sigue empeñado, 5 años después de llegar al poder, en sacar adelante una serie de medidas inéditas, en lo que a sistema comunista se refiere.
Raúl lo ha repetido en distintas ocasiones, se trata de “actualizar” el modelo socialista y superar la crisis permanente en la isla, que cada vez se está haciendo más insoportable entre los cubanos residentes en la isla.
Una de las primeras medidas que adoptó el hermano de Fidel fue la de autorizar a los cubanos la compra de ordenadores, móviles y distintos electrodomésticos, hasta ese momento prohibido. También les permitió poder alojarse en los hoteles, cosa que tampoco podían anteriormente.
Los campesinos por primera vez pudieron la oportunidad de explotar sus tierras sin tener que solicitar permisos y, lo último y más reciente, se ha abierto un poco la mano a la hora de montar negocios por cuenta propia en la isla.
Derechos humanos, en el entredicho
Las reformas anunciadas por el presidente cubano a su llegada y frases como “o rectificamos o nos hundimos” hicieron que muchos tuvieran esperanzas reales de un cambio político en Cuba. Pero la mayoría de sus detractores ven en Raúl una copia exacta del autoritarismo de Fidel.
Una asignatura a superar: el respeto a los derechos humanos y a los que piensan diferente en la isla. Según datos de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional -organización ilegal pero tolerada por el gobierno-, durante 2010 se registraron un total de 2.074 detenciones de corta duración y actos de repudio contra disidentes que realizaban o intentaban realizar protestas contra el régimen castrista.
