Así mismo lo ha dicho el ministro de Cultura marroquí, a un medio de comunicación de aquel país. Bensalem Himmich, reclama al Gobierno español y a la Junta de Andalucía la mitad de los ingresos económicos que genera cada año la Alhambra de Granada y pide la creación de una sociedad mixta hispano-marroquí para la gestión de las visitas y la conservación del complejo palaciego.
Himmich, que dice haber puesto a disposición del Gobierno español un grupo de expertos marroquíes en ‘arquitectura andalusí’, ha considerado que la participación de su país en la explotación de la Alhambra de Granada haría justicia a los promotores de esta gran obra de la arquitectura islámica, “incluso Boabdil (el último rey moro de Granada, que fue expulsado por los Reyes Católicos) estaría de acuerdo con esta propuesta”.