A quienes pasen de los 40 este reconocimiento les parecerá más que merecido y agradecerán que dos mitos del baloncesto como Arvydas Sabonis y Dennis Rodman estén desde este sábado en el ‘Hall of Fame’ de la NBA. Aunque los 2,21 metros de Sabonis llegaron tarde a la liga americana, el lituano supo hacerse un nombre en los Portland Trail Blazers, aportando un tiro a media distancia propio de los mejores aleros, una capacidad de lucha bajo los aros comparable a la de los mejores pívots y una visión de juego que hasta le permitían hacer de uno.
Al final de sus casi 500 partidos en la NBA, se fue con una media de 12 puntos, 7,4 rebotes y 2 asistencias por encuentro, como destacó en la ceremonia otro gigante de este deporte, el inolvidable Bill Walton.
Junto a Sabonis, ya tiene sitio en la historia el estrafalario Dennis Rodman, ganador de cinco anillos de campeón con los Detroit Pistons y los Chicago Bulls que, con tatuajes y aros y cabello teñido de varios colores, incluidos, no pudo reprimir la emoción.