TEXTO Y FOTOS: DAVID CEGARRA/Tras dos días de entrenamiento y competición, el público esperaba ver los últimos trucos en las grandes finales del domingo. Todo estaba preparado al milímetro, y las gradas abarrotadas, pero entonces llegó la lluvia. Los más escépticos permanecían en ellas, y el resto corría a refugiarse bajo algún techo o toldo. Finalmente la organización informó a los asistentes que se suspendían todas las pruebas pendientes.
La lluvia no fue un impedimento para que se realizase la ronda final de descenso urbano en Mountain Bike. El trazado transcurrió desde el Castillo de San Sebastián (Ayuntamiento), pasando por parques, escaleras y calles de la ciudad antigua, hasta llegar a la explanada del Náutico donde estaban los jueces.
La piedra mojada suponía una dificultad añadida, que la mayoría de participantes pudieron salvar a pesar de llevarse algún pequeño susto. El ganador en la categoría “Élite” fue Jorge Aguin, que completó el recorrido en 1 minuto 30 segundos, 10 segundos más que en la semifinal celebrada 1 hora antes sin lluvia.
Breakdance y Bad Religion clausuran el evento
Afortunadamente para la final de Breakdance si había un plan B, y se pudo celebrar en uno de los salones del hotel Bahía. El público entregado asistió a las batallas finales de crews llegados de toda España, una mesa de jueces formada por reconocidos Bboys internacionales y con la música de Dj Goodzy de Portugal.
Con el concierto de Bad Religion en Castrelos más de 20.000 personas vibraron con temas como Infected o Personal Jesus, dejando un gran sabor de boca a esta XI edición de O Marisquiño.