Tiene que haber de todo en la viña del señor, dicen, y, por eso, la visita del Papa Benedicto XVI a Madrid también provocará unas cuantas protestas de colectivos para hacer patente su rechazo a la visita del pontífice.
La presencia del religioso ha atraído ya a miles de peregrinos llegados de todo el mundo a la capital, esta misma tarde se inaugurarán oficialmente la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Pero no todo van a ser parabienes, los “protestones” también se harán notar.
Más de cien organizaciones españolas protagonizarán mañana, miércoles, una manifestación en Madrid, víspera de la llegada de Benedicto XVI, contra la financiación estatal de la JMJ.
Bajo el lema “De mis impuestos, al Papa cero. Estado laico”, los convocantes -asociaciones laicas, cristianas progresistas, ateas, de izquierdas y de homosexuales- denuncian que el Estado financie este evento, y su alto coste en un momento en que el desempleo supera el 20% de la población activa en España.
Los convocantes estiman que el Estado, los gobiernos regionales y los ayuntamientos gastarán más de 100 millones de euros en las JMJ. Los organizadores esperan a más de un millón de peregrinos.
Las administraciones públicas pondrán a disposición para el evento, hasta el 21 de agosto, a más de 10.000 policías, alojamiento en colegios públicos y polideportivos y la rebaja en el billete del metro de Madrid, después de que los peregrinos pasaron una semana en diócesis de toda España, en ocasiones también beneficiándose de alojamientos públicos.
Dicen estas organizaciones que no se trata de una manifestación anti Papa, sino que quieren defender al Estado laico y que no se utilice el dinero público al servicio sólo de algunos.
Critican lo ostentoso de este evento, sobre todo, en momentos de crisis, cuando mucha gente lo está pasando mal: no cabe en una sociedad que cuenta con más de 4 millones de parados.
Los organizadores de las JMJ, convocada por el Vaticano, niegan que éstas las financie parcialmente el Estado y estiman su coste en 50,5 millones de euros, el 80% de ellos aportado por los participantes, que deben pagar una cuota, y el resto a cargo de donaciones de grandes empresas.