Pese a que en las últimas horas el huracán Irene había bajado de intensidad y llegó a concertise en una tormenta tropical, el balance de muertos es tremendo, en total 19 personas perdieron la vida en diferentes estados.
Afortunadamente la fuerza del huracán ya disminuyó, pero el propio presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sigue advirtiendo que la alerta no ha pasado, ya que esa tormenta tropical puede seguir causando cortes de luz e inundaciones.
Irene, que pasó por distintas categorías de huracán, obligó a evacuar a 1,5 millones de estadounidenses.
Nueva York, que no recibía un huracán tan potente desde 1938, tuvo que cerrar sus aeropuertos cerrados a cal y canto, y lo mismo hizo con puentes, túneles y sistemas de transporte.